Vienen tiempos difíciles para Extremadura. Los resultados de las últimas elecciones municipales y autonómicas trajeron el viento de la ola reaccionaria que recorre Europa hasta uno de los rincones más pobres del viejo continente como es nuestra tierra. Una tierra que además fue regada con sangre hace menos de un siglo por los herederos ideológicos de quienes hoy se sientan en la Asamblea de Extremadura y deciden el destino de nuestro pueblo.
La derecha ultra y extrema se ha hecho con la mayoría, mientras los socioliberales se han desplomado. Como consecuencia, la región tendrá un gobierno reaccionario, que expandirá las políticas neoliberales que ya estaba llevando a cabo el PSOE, con un resultado nefasto para la clase trabajadora de Extremadura. Volveremos al escenario que retrata Los santos inocentes de Miguel Delibes retrata.
Así lo recoge el documento de acuerdo hecho público por los partidos reaccionarios. En el plano social, implantarán la censura en la escuela con el pin parental; desprotegerán a las mujeres intentando ocultar la violencia machista y patriarcal; derogarán la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Extremadura aprobada en 2018, o incentivarán la caza y los toros, como una actividad casposa y excluyente, solo para los señoritos y burgueses.
En la cuestión económica, pretenden una rebaja de impuestos, desatendiendo cualquier señal de progresividad en los mismos, para que los que más tengan no contribuyan al nivel de su nivel adquisitivo con las necesidades de la sociedad. Por otro lado proponen la supresión de figuras de protección medioambiental para favorecer el modelo extractivista, de grandes multinacionales que vengan de fuera para expoliar y saquear los recursos de Extremadura. Por descontado, esto conllevará el aumento de la explotación, para aumentar la tasa de ganancia de los capitalistas a los que sirven.
Hay que sumarle el favor que pretenden otorgarle al oligopolio eléctrico, que roba en cada factura de la luz a los extremeños y las extremeñas, con el peligroso alargamiento de la vida de la Central Nuclear de Almaraz; y el fomento del delirio especulativo de los terratenientes con el aumento de los regadíos, a pesar de la sequía y el agotamiento de recursos hídricos en la región.
Fuera del acuerdo difundido, pero incluido en la ruta emprendida por el PP y VOX, se encuentra seguir ahondando en la privatización de la sanidad pública, como ya hiciera el gobierno anterior. Cerrar líneas educativas y despedir docentes, y degradar los servicios públicos en general, para convertirlos en un lujo que solo sea accesible para aquellos que lo pueden pagar.
Ante este panorama desolar para la clase trabajadora de Extremadura solo queda organizarse y luchar. Por ello, la Organización del Partido Comunista de España en Extremadura llama a la unidad de todos los y las demócratas antifascistas para hacerle frente al pacto de Los santos inocentes. Si desde el primer día el presente es de lucha, el gobierno reaccionario caerá antes.
¡Por la unidad de la clase trabajadora en Extremadura!