El pasado viernes 4 de octubre, el Núcleo "Iluminado Núñez" del PCE de Montijo junto con la Asamblea Local de Izquierda Unida, organizaron un homenaje al camarada Bartalomé del Viejo García. El acto contó con diversas intervenciones en la que se recordó la trayectoria del camarada Bartolomé y el ejemplo que su figura es para las nuevas generaciones de comunistas que se organizan en el Partido Comunista de España.

Biografía resumida de Bartolomé del Viejo García. Un rebelde contra las injusticias y la explotación.

Bartol nació en Montijo (Badajoz) el día 26 de marzo de 1935, durante la República y un poco antes de estallar la guerra civil, unos tiempos muy convulsos, en el seno de una familia de trabajadores de izquierdas. Varios familiares suyos fueron represaliados por el franquismo, a su padre lo estuvieron amenazando varias veces de que lo iban a fusilar lo que le sacó de sus cabales, y la familia sufrió la marginación. El era un hijo de rojos y sentía la presión de los vencedores.

Como los recursos de la familia eran muy escasos, sus padres lo mandaban a comer al Auxilio Social que estaba debajo de la plaza de abastos. La distribución de esta caridad por el Régimen franquista llevaba consigo un precio para los que la recibían: los niños que comían en el comedor de A. S.debían sentarse bajo los retratos de Franco y de José Antonio, bendecir la mesa, hacer el saludo fascista y cantar el “Cara al sol”. Era una humillación en toda la regla pues tenían que disimular su tristeza por miedo a represalias.
Sus padres solamente pudieron ponerlo poco tiempo en una escuela para que aprendiese a leer, escribir y las cuatro reglas.
Cuando era un mozalbete, su padre le rogó a la familia de terratenientes Vaca, de la calle Santa Ana, que lo tuviesen de “rapa” para hacer los recados, a cambio de la comida. Allí se dio cuenta de la gran desigualdad que había en la sociedad franquista de la posguerra, de la soberbia y desprecio de los ricos hacia los vencidos en la guerra civil.

Cuando era adolescente comenzó a trabajar de peón en la construcción. En los años 50 y 60 Bartol tenía muy buena fama entre los maestros de obra de buen trabajador, cumplidor y curioso en el oficio. Era respetado por todos.

Cuando era bien joven se enamoró de Julia del Viejo Franco, hija de carpintero que vivía en la calle San Gregorio nº 79.
Por el año 1956 comenzó el servicio militar en el Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Caballería “Melilla” Nº2, con sede en Nador y Melilla, donde estuvo hasta el año 58 en un Escuadrón de Caballería. El 1 de diciembre de 1957, con motivo de la independencia de Marruecos, se produjo la Reorganización de los Grupos de Regulares. El Grupo Nº 2 se disolvió en el año 1958 con motivo del Repliegue del Ejército español de la Zona Norte del Protectorado Marroquí. El Grupo Llano Amarillo n.º 7 se fusiona con el Grupo de Melilla n.º 2, quedando ubicado en sus acuartelamientos de Nador, Melilla y Bu-Arg hasta el 10 de septiembre de 1959 cuando inició su evacuación sobre Melilla. Por su valentía, arrojo y capacidad fue ascendido a Cabo 1º.

Bartol escribía desde Melilla cartas apasionadas y le enviaba fotos a su “adorada novia, con fuerte cariño… tu novio que no te olvida un solo momento”.

Una vez que se licenció de la mili en el año 1958 se puso a trabajar como albañil. Pero el trabajo en Montijo a finales de los años cincuenta, una vez terminadas las obras del Plan Badajoz, era muy escaso y estaba mal remunerado. Muchos jóvenes tuvieron que emigrar a los países de centroeuropa, donde había pleno empleo y necesitaban mucha mano de obra. Bartol emigró a Alemania en 1961 con 15 montijanos más, llevaban contratos desde España, y se pusieron a trabajar en la ciudad de Kaufbeuren, en la empresa de construcción J. Dobler. Kaufbeuren es una ciudad independiente en la región de Suabia, en el sur del Estado de Baviera. Durante la Segunda Guerra Mundial estuvo allí instalado un subcampo del Campo de concentración de Dachau. Al llegar Bartol a Alemania no tenía dinero, estaba dando vueltas en la estación del tren con la maleta y dos chicas de Barcelona le preguntaron que qué le pasaba. El se lo contó y ellas le dieron unos marcos y le dijeron que no tenía que devolvérselos. Pero Bartol les pidió su dirección para mandarles el dinero y así lo hizo. Los trabajadores se quedaban a dormir en unos barracones de la empresa, la ciudad tenía todos los servicios. Había muchos italianos, portugueses, griegos y turcos trabajando.En Alemania tomó contacto con el Partido, que estaba muy organizado entre los emigrantes españoles. En los centros españoles se repartía el “Mundo Obrero” y se hablaba de la lucha del Partido para acabar con la dictadura franquista. Allí tomó Bartol contacto con el.

Se casó en 1962 con la joven montijana Julia del Viejo Franco, hija de carpintero de la Puerta del Sol. Julia se iría de vez en cuando con Bartol a Alemania. Bartol regresó a España a los cinco años, en 1966 porque se acordaba mucho de su tierra, de su familia y de sus amigos, aunque estaba muy bien allí.

Desde mediados de los años 50 existían en Extremadura las Células del PCE de Don Benito y varios pueblos de las Vegas del Guadiana. En el año 58 y 59 se hacían reuniones de la Célula de Montijo en Puebla de la Calzada. A partir de entonces toma relevancia en el partido Francisco Ortega Alejo que había nacido en Campillo de Llerena en 1925; su familia se vino a Guadiana del Caudillo como colonos por el año 50 y él se puso a trabajar como corresponsal de Evaristo Pimienta vendiendo electrodomésticos; vivía en Montijo donde se casó. Pronto conoció a los comunistas montijanos y sería nombrado Secretario Local.

En los años 65-67 hubo grandes movilizaciones obreras en España y se consolidó el partido. En este último año, el encargado general de la empresa Construcciones y Contratas que construyó el poblado Guadiana del Caudillo era del partido y captó al montijano Bartolomé del Viejo; éste atrajo a Fernando Sánchez del Viejo y a Francisco Barragán Gallego. Asistieron por primera vez a una reunión el día 8 de diciembre de 1967 en el horno de ladrillos donde vivía Alfonso Serrano, en el camino de Barbaño, a la que asistieron miembros del Comité Provincial llegados de Don Benito. Hasta esa reunión no supieron Bartol y Ortega que, aunque vivían en la misma casa, los dos eran del partido. El Comité Local de la Célula de Montijo en ese año lo integraban Francisco Ortega (Secretario Político y Comarcal), Bartolomé del Viejo (S. de Finanzas) y otros; las reuniones de la Célula las hacían en el campo simulando calderetas; tenían carnet y la cuota mensual era entonces de 25 pts. Vendían 60 o 70 Mundo Obrero en la comarca e iban pasándolos de mano en mano a los trabajadores. A Bartol se los traía de Don Benito Joaquín "el portugués" y aquél los distribuía a otros. También distribuían Bartol y Ortega panfletos contra la Dictadura franquista anónimamente (por Semana Santa los echaban por las calles por donde debían pasar las procesiones, en el Real de la Feria, en las entradas del recien inaugurado Instituto de Enseñanza Media, etc.). Los trabajadores de la comarca ya empezaban a reivindicar en sus empresas mejoras de sus condiciones laborales. En el año 1968 denunció Bartol a varios maestros de obras (como los hermanos Pérez) por no tener a sus trabajadores en regla. Le defendió D. Aquílino Camacho, abogado sacerdote con el que tenía una gran amistad. Esto le costaría a Bartol el boicot de los patronos que no le daban trabajo.

En 1971 tenía el partido Células en 15 pueblos de la provincia de Badajoz (con 175 afiliados), entre ellas la de Montijo-Puebla con su Comité Local. El día 14 de junio de 1973 tuvo lugar la caída de Villanueva de la Serena y Don Benito con el resultado de 160 comunistas detenidos en la provincia que ingresarían en la prisión de Badajoz (entre ellos los montijanos Francisco Ortega y Bartolomé del Viejo). En las casas de estos dos efectuaron un registro el Juez de Montijo D. Mateo Alía y la Guardia Civil.
Recien salido de la cárcel, Bartol siguió trabajando en la empresa donde estaba COBASA, al poco tiempo pasó a SAINDA. Bartol observaría pronto que la empresa explotaba desmesuradamente a los trabajadores, pues la jornada era de doce horas, pagaban como los parecía, no tenían un horario regular y completo, no se cobraba nocturnidad ni días festivos, no se les entregaba las nóminas a los trabajadores, se les pagaba por separado y la empresa estaba registrada como constructora desde 1965 cuando en realidad se dedicaba a la conserva. Por todo ello Bartol denunció a la empresa a la Delegación de Trabajo, esta inspeccionó el caso y consiguió que se ordenase la situación laboral, sancionando a la empresa con varios millones de pesetas.

Debido a este asunto fueron despedidos unos treinta trabajadores, entre ellos el que había movido todo: Bartol. Una vez en la calle nadie le quería dar trabajo, sus amigos no se atrevían a acompañarle en público por miedo a represalias, las clases dominantes procuraron aislarlo y calumniarlo para conseguir su salida del pueblo. Motivado por este ambiente Bartol se encerró en su casa para no sentir la vergüenza de ser humillado a cada paso. Al poco se vio obligado a emigrar a Madrid en 1974 donde se integró inmediatamente en las células del Partido. Trabajó como albañíl construyendo El Corte Inglés de la calle Princesa, lo descubrieron y despidieron en enero de 1975.

Trataría de trabajar en otros centros, pero la lista negra ya estaba en poder de las empresas y los resultados fueron vanos. Por esta causa regresó de nuevo a Montijo pasando a cobrar el subsidio de desempleo. Y como la Caja Nacional no le pagaba tuvo que denunciarla hasta que consiguió su objetivo.

Hay que recordar que Bartol buscaba como abogado defensor a D. Aquílino Camacho Macías, del que se hizo muy amigo, era sacerdote nacido en Don Álvaro, vicario general de Mérida sobre 1969 y coadjutor años antes de la iglesia de anta María de esta ciudad, doctor en Teología y en Derecho Civil.

En 1974 llegó a trabajar a la empresa SACE de Badajoz el perito químico aragonés José Maria Coronas (“el chino”) que comenzaría a reorganizar el partido en la provincia. En Montijo se realizó una reunión clandestina del PCE en la parcela de Santiago Delgado Melchor con la presencia de José Maria Coronas, en la que participó Bartol. El 11 de agosto de 1975 moría Francisco Ortega Alejo, tres meses antes que el dictador Franco.

El día 6 de marzo de 1977 se constituyó en Mérida, todavía en la ilegalidad y con la asistencia de unos 150 delegados, en el edificio de ejercicios espirituales -propiedad de la Iglesia- de Plantonal de Vera, la Unión Sindical de CC.OO de la Provincia de Badajoz. Francisco Rodríguez Pérez fue nombrado Secretario General Provincial de CC.OO. En esa asamblea estuvieron presentes varios montijanos: Bartolomé del Viejo, Pedro Rodao, Rafael Cruz Moreno, Pedro Sánchez Guzmán, etc. además de muchos comunistas de la provincia.

En la semana santa de 1977 el gobierno de Suárez legalizó el Partido Comunista, lo que levantó un gran enfrentamiento entre las familias del Régimen.

El primer acto en Montijo del PCE, en la legalidad, se celebró en el Hotel Colón el día 21 de abril de 1977. Causó un gran impacto y asistieron unas 500 personas.

Vemos a Bartol el tercero por la izquierda. Asiste el candidato Eugenio Triana y el Secretario Provincial del PCE José María Coronas.
En abril de 1979 se constituyeron las primeras Corporaciones democráticas en España, en Montijo gobernamos el PCE con el PSOE. Bartol fue elegido 2º Teniente de alcalde.

El día 27 de agosto de 1979 comenzó una gran movilización de los ayuntamientos de la provincia de Badajoz (entre ellos Montijo y Puebla) con el fin de paralizar las obras de la Central Nuclear de Valdecaballeros. Ese día comenzó un encierro de cien alcaldes en el Ayuntamiento de Villanueva de la Serena; en representación de Montijo fue Bartol (yo estaba en Holanda y Alemania). 
En la revista Interviú de 13 de septiembre venía un artículo titulado “Todos los alcaldes contra el gobierno”, donde se recogía el encierro en Villanueva de más de cien alcaldes de izquierdas. En la página 6 de la revista venía una foto en la que se veía al alcalde de Puebla Alonso del Viejo y al teniente de alcalde de Montijo Bartolomé del Viejo en el encierro.

Los alcaldes acordaron en asamblea, el día 30, hacer el sábado 1 de septiembre una gran manifestación. Esta no fue autorizada por el Gobernador Civil aduciendo que la solicitud se presentó fuera de plazo y dijo que la Policía Nacional intervendría para impedir su desarrollo, pero los ayuntamientos contrataron autobuses para llevar a los vecinos a Villanueva.

El día 1 de septiembre de 1979, a las 21 horas, tuvo lugar la gran manifestación en contra la construcción de la central nuclear de Valdecaballeros, como colofón al encierro de los alcaldes en aquél ayuntamiento. Asistieron unas 8.000 personas (según el diario HOY) más otras muchas que no pudieron entrar en la ciudad porque la Guardia Civil no dejó que entrasen los autobuses, aunque muchos fueron andando campo a través hasta la manifestación. Al final hubo unos 25.000 manifestantes según los organizadores.
Debido a la oposición del pueblo y las instituciones extremeñas, el Ministerio de Industria y Energía anunció el día 5 de septiembre la suspensión temporal de la licencia de construcción de la central nuclear.

Manifestación del 1º de Mayo de 1981, la reivindicación del PCE era “contra el paro, Reforma Agraria Integral”.
En las dos legislaturas en que Bartol fue concejal ocupó la Delegación del PER y organizó los trabajos. En los meses que no había faena en el campo había que luchar ante la Delegación del Gobierno y la Delegación Provincial del INEM para que aprobasen subvenciones del Plan de Empleo Rural (PER). Cada trabajador trabajaba en obras públicas durante 16 días, los sindicatos controlaban que fuesen rotativos para que nadie repitiese hasta que entrasen todos, a veces se daba dos vueltas al censo de obreros.De vez en cuando venía el Secretario del sindicato del campo de CC.OO. Antonio Santiago “Candelo” para hacer asambleas con los jornaleros y emprender movilizaciones, para exigir subvenciones para el Trabajo Comunitario (PER) y puestos de trabajo, tales como parar trenes, cortar carreteras como el cruce de la Nacional 5, ir en autobuses a Badajoz para encerrarse en el INEM, etc.
En mayo de 1983 se realizaron las segundas elecciones municipales donde sacamos el PCE de Montijo diez concejales, entre ellos Bartol. En la foto lo vemos el tercero por la derecha.

El día 31 de enero de 1984, los vecinos, con el apoyo del equipo de gobierno municipal del PCE, se movilizaron para exigir al INSALUD la construcción del nuevo Centro de Salud, en la calle San Antonio. La manifestación recorrió las calles del pueblo con una gran participación de vecinos. Gracias a la lucha se construyó el Centro.

Los concejales del PCE en el balcón del Ayuntamiento al término de la manifestación. Vemos a Bartol el tercero por la izquierda.
En el año 1986 inauguramos la obra de modernización del Ayuntamiento. En la foto vemos al Presidente de la Diputación León Romero Verdugo y a los tenientes de alcalde Ana María Zamora, del PSOE, y Bartol.

En los años 90 realizamos IU y el PCE las marchas contra el paro, donde participó Bartol. En la foto vemos a Marcelino Camacho dirigiendo unas palabras en el pozo del Valle.

Bartol ha continuado siempre participando activamente en todas las reivindicaciones que se han organizado por el bien de Montijo y de las clases populares.

Como dijo Margarita Nelken en Plasencia, en mayo de 1932: “El socialismo es una caravana que avanza por el desierto. Y llegará a su destino quieran o no los demás, sin que hagan mella los aullidos de los chacales”.

No hay mas alternativa que la que nos enunció Rosa Luxemburgo: ¡SOCIALISMO O BARBARIE!

Juan Carlos Molano Gragera, historiador y militante del PCE