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Los sueños vacíos de Europa.

30 de Marzo de 2020

Me resulta absolutamente pasmoso y pueril el conjunto de quejas y lamentaciones formuladas por distintos responsables de los países del Sur de la Unión Europea, objetando el comportamiento antihumano de los gobernantes de los países del Norte de la Unión Europa ante la crisis del coronavirus en los países mediterráneos del Sur (Italia, España, etc.), capitaneados por Alemania, y cuyo coco pretenden ubicar en las declaraciones del ministro holandés de finanzas sobre cómo abordar la lucha del coronavirus, ante el silencio cómplice de las derechas patrióticas ibéricas, en el sentido de que si alguien quiere ayuda económica para superar esa pandemia, debe devolver ulteriormente lo prestado, aunque haya sido para una acción tan inevitable como una pandemia infecciosa que se lleva a sus ciudadanos y ciudadanas por delante, y haya constituido una lucha por la salud de sus poblaciones.

Y digo que es pueril y aniñada porque esas quejas y lamentaciones pretenden obviar la naturaleza perversa y antihumana del orden neoliberal institucionalizado en el proyecto de Unión Europea, estúpidamente apoyadas por la mayoría de sus poblaciones, orden neoliberal que reproduce las formas económicas y de intercambio más viles del sistema capitalista, un sistema basado en la explotación de unos seres humanos por otros, de unos países por otros, un sistema basado históricamente en la guerra y la depredación para la ampliación de mercados y aumento de la tasa de ganancia; un sistema que las poblaciones mediterráneas han barnizado oníricamente como de civilización inmejorable; un sistema en el cual los instintos crueles y criminales de sus defensores parecen amansados, pero que en cuanto se le rasca aparece inmediatamente su piel de lobo y de depredación; un sistema económico-institucional cuyo único sentido es la obtención de beneficio para el capital sin importarle las personas, y que ante acontecimientos trágicos, las poblaciones constatan que sus sueños están vacíos, y que ante sus temores el sistema no se va a volver humano y redentor.

La Revolución Francesa de 1789 levanto a muchos oprimidos en la guerra de sustituir el dominio de una clase dominante por otra clase dominante, pero su valor fundamental fue la enseñanza que dejo, y es que los privilegios y las diferencias sociales al ser productos de la sociedad y no de la naturaleza, podían suprimirse y superarse si lo decidía la mayoría de la población, y así lo llevo a cabo la Gran Revolución de Octubre de 1917 en Rusia, que señalo que existen fragmentos salvables de aquellos sueños como la Revolución Cubana de 1959, y que aquellos sueños liberaron energías que nunca frente a la violencia y la injusticia que nunca se podrán amustiar, que hoy son la expresión de ese otro mundo posible y deseable frente al neoliberalismo criminal, y así en una de las regiones más azotadas por el coronavirus, la Lombardía italiana de Berlusconi y la Liga Norte, los herederos de Martí, El Che y Fidel, tratan de salvar vidas humanas sin pedir nada a cambio en un gesto de solidaridad internacionalista que demuestra su dimensión, frente a la actitud de los gobernantes del Norte de Europa, sea Alemania u Holanda, que solo conocen beneficio y especulación, por eso más temprano que tarde los pueblos europeos del sur habrán de dejar de despertar y dejar de soñar o llenar el desierto de sus sueños, porque como decía José Martí, hoy también “Patria es humanidad”

Carlos Canelo, Secretario Regional del PCE en Extremadura.
Marzo 2020

Categorías: Secretaría General

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